Por: JL
Fotografía: Lulú Urdapilleta de www.chilango.com
Recuerdo perfectamente bien el concierto en febrero del año pasado de The Dears llevado a cabo en El Lunario del Auditorio Nacional debido a la fuerte carga de pasión y entrega por parte de la banda y por consiguiente del público presente el cual quedó cautivado en su totalidad.
Poco más de un año transcurrió y The Dears estuvo de vuelta en nuestro país para presentarse durante tres noches seguidas en el Pasaguero, pero en esta ocasión su intención fue una bastante especial: dar a conocer su nuevo material perteneciente a su aún no grabado próximo álbum.
Lo anterior podría tomarse como una acción arriesgada y hasta cierto punto ambiciosa, ya que como artista el simple hecho de presentar una canción inédita ante el público en ocasiones no resulta del todo gratificante debido a que se espera escuchar algo conocido, algo que se pueda corear, algo que se pueda seguir, algo que suene familiar; si esto sucede con una sola canción, ¿que podría suceder al presentar un álbum completo de canciones nunca antes escuchadas? ¿Una reacción negativa por parte de la audiencia? ¿Indiferencia ante lo desconocido? En realidad... no!! Sucedió todo lo contrario debido a que The Dears una vez más lograron estremecernos y hacernos llegar hasta el límite de la emotividad y de la euforia ayudada en gran medida por el carisma y talento de su frontman Murray Lightburn.
Finalmente, cuando nada parecía poder mejorar aún más la noche esto se hizo posible con el encore, el cual se conformó con cuatro clásicos de la banda los cuales fueron cantados letra por letra por la gran mayoría de los presentes siendo Lost In The Plot y 22: The Death Of All Romance las encargadas de ser la catarsis del evento.
The Dears nos brindó una noche para recordar y una serie de canciones que en lo personal no puedo esperar a tener en mi haber.
Por cierto, los idigmusique tuvimos la fortuna de retratarnos con Lightburn; he aquí la foto:
Yo creo que fue un concierto epicooooo!!!
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