Por: JL
Como ya se habrán percatado, el folk y el country se han ido entremezclando poco a poco con géneros como el indie, el pop y el rock durante los últimos años. A principios de la década pasada tuvimos a los irlandeses de The Thrills, que después de lanzar tres discos fueron dejados a la deriva por su disquera en el 2007 debido a las bajas ventas de su última producción. Un año después, como por inercia y para rellenar el hueco, apareció en el mapa una banda dispuesta a llevar al folk norteamericano a niveles insospechados: Fleet Foxes.
El álbum debut del sexteto originario de Portland recibió excelentes críticas tras su lanzamiento, llegando a ser considerado como uno de los mejores del año; también logró colarse en varias listas de los mejores discos de la década. No cabía duda, el sonido provinciano complementado con magníficas armonías vocales, precisas ejecuciones musicales (en su mayoría de corte acústico) y las letras existencialistas de esta producción habían llegado para quedarse por un buen rato.
A Robin Pecknold y compañía les tomó tres años para poder grabar y sacar al mercado un nuevo disco: Helplessness Blues. Este disco continúa con la misma dinámica sonora del anterior, sin embargo, queda en evidencia la meticulosidad con que fue concebido y el aumento en el nivel de complejidad de las composiciones tanto lírica como musicalmente hablando. Debido a lo anterior, es necesario brindarle varias sesiones para escucharlo y disfrutarlo como se merece.
Después de haber oído durante toda una semana Helplessness Blues puedo afirmar que los Fleet Foxes seguirán rondando por un buen rato compartiendo con el mundo lo que mejor saben hacer: grandes e intrincadas canciones llenas de ese buen folk que ha ido mutando y posicionándose con mayor fuerza día con día. Los dejo con el video de "Grown Ocean" y el audio de "Helplessness Blues", mi canción favorita en esta ocasión:
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