viernes, 15 de octubre de 2010

La Reseña: Arcade Fire en Concierto

Por: JL


Documentales cargados de un alto grado artístico, ideológico y audiovisual; presentaciones transmitidas totalmente en vivo y en directo desde impresionantes localidades; bombardeos de información constantemente emitidos a través de un sinfín de medios; comentarios de afortunados que han podido asistir a festivales internacionales; interpretaciones en importantes shows televisivos estadounidenses; interminables ires y venires de sus tres discos por medio de mi reproductor mp3; y sin embargo no... simplemente no me bastaba para satisfacer mi necesidad.

"¿Qué crees?". ¿Qué pasó, dime?". "Me enteré que viene Arcade Fire"."No inventes,¿en serio?". "Si, en serio, pero no le digas a nadie, es super top secret". Al otro día oh desilusión: Arcade Fire se presentará en el Palacio de los Deportes.... de España. "Ni hablar, nunca van a venir".

¿Saben algo? Existe una frase de uso común la cual me quedó como anillo al dedo: nunca digas nunca.

13 de octubre de 2010. Palacio de los Deportes... de México!!!
He sido testigo de alrededor de 70 conciertos a lo largo de mi vida, algunos me han fascinado, otros me han decepcionado, unos cuantos me han dado igual y sin embargo, la noche del pasado miércoles sucedió algo distinto en mí: me enamoré. ¿Me enamoré se preguntarán? Si, me enamoré de una banda cuya entrega, pasión y despliegue artístico en el escenario resultan evidentes hasta al más despistado de los ilusos.

La banda comandada por el matrimonio Butler/Chassagne se encargó de guiar mi ser por una especie de espiral repleta de sentimientos ricos en profundidad, texturas y huellas... huellas en mi memoria que han marcado etapas alegres y también tristes durante los últimos años de mi vida y que la han adornado con pasajes épicos dotándola así de una mayor trascendencia.

Al observar a aquellos nueve individuos exprimiendo su alma en el escenario, gritando hasta expulsar el último halo de aliento, brindando honestas y sencillas sonrisas de agradecimiento hacia el público, tropezando entre canción y canción debido al nerviosismo provocado por tocar en una tierra desconocida... al observarlos me di cuenta de algo que pienso yo deberíamos poner en práctica más seguido en nuestras vidas: amar lo que hacemos, imprimir toda nuestra pasión en la vida diaria y salir de la apática cotidianeidad de la sociedad. Encendamos un poco de fuego en nuestras vidas...

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